El fenómeno de la violencia y su vínculo con la exclusión y la estratificación social

                          VIOLENCIA SOCIAL 


El fenómeno de la violencia y su vínculo con la exclusión y la estratificación social:

El fenómeno de la violencia tiene una relación compleja con la exclusión y la estratificación social. Estas tres dimensiones están interconectadas y se influyen mutuamente en muchos contextos sociales.
 
Cuando hablamos de la exclusión social nos referimos a la marginalización y la falta de acceso a recursos, oportunidades y derechos fundamentales que experimentan ciertos grupos de la sociedad. Cuando las personas se sienten excluidas y desfavorecidas, pueden desarrollar sentimientos de frustración, ira y resentimiento hacia aquellos que perciben como responsables de su situación. Esta sensación de injusticia y falta de oportunidades puede generar tensiones y conflictos, que en algunos casos se manifiestan en formas de violencia.

En el caso de la estratificación social, esta va a implicar una división de la sociedad en diferentes estratos o clases socioeconómicas, también puede contribuir a la violencia, ya que, los sistemas sociales en los que existe una gran brecha entre los estratos sociales suelen generar desigualdad y disparidades en el acceso a recursos y oportunidades. 

Por parte de la violencia podemos observar como esta se llega a manifestar de diversas maneras, algunos de los ejemplos de la violencia son: la violencia interpersonal, la violencia estructural y la violencia institucional. 

En donde la violencia interpersonal, vista comúnmente como los crímenes violentos y la agresión física, a menudo está relacionada con la exclusión social y la desigualdad, ya que las personas que se sienten excluidas pueden recurrir a la violencia como una forma de expresar su ira y buscar una sensación de poder o control.

De igual forma vemos como la violencia estructural se refiere a las condiciones y estructuras sociales que generan violencia de forma sistemática, como la pobreza, la falta de acceso a servicios básicos, la discriminación y la injusticia. Estas condiciones pueden estar vinculadas a la exclusión social y la estratificación, ya que ciertos grupos sociales pueden ser sistemáticamente marginados y privados de sus derechos básicos, lo que puede conducir a tensiones y conflictos violentos.

"Por consiguiente, es importante visualizar clara y contundentemente que la violencia que nos aqueja actualmente, no es más que un mecanismo estratégico que promueve la exclusión y desigualdad entre los grupos sociales, promoviendo la “represión de las necesidades reales y por tanto de los derechos humanos en su contenido histórico-social” (Baratta, 1991: 22), condenando a los más desposeídos a vivir en un estado de fragilidad, frente a una sociedad cada vez más individualista que privilegia al poderoso y castiga al más pobre, culpabilizando su condición y atribuyéndole una serie de estigmas, que inclusive han llegado a crear un pseudo-vínculo de causalidad entre la pobreza y la delincuencia." (Castillo, A. 2011. pág. 116)

Así mismo, la violencia institucional se produce cuando las instituciones y los sistemas sociales ejercen violencia o perpetúan la violencia a través de sus políticas, prácticas y acciones. Estas instituciones pueden reflejar y reforzar las desigualdades y la exclusión social existentes, lo que puede contribuir a la aparición de la violencia en la sociedad.

 https://youtu.be/_Kvvihi3CVI


Delincuencia y pobreza: expresiones distintas de una vulnerabilidad común:

La delincuencia y la pobreza son fenómenos complejos que están relacionados entre sí, pero también son expresiones distintas de una vulnerabilidad común en determinados contextos sociales.

En el caso de la pobreza, observamos como esta se refiere a la falta de recursos económicos y acceso a las necesidades básicas, como alimentos, vivienda, educación y atención médica. Cuando las personas viven en condiciones de pobreza (condiciones precarias), a menudo se ven obligadas a enfrentar situaciones difíciles, como la falta de oportunidades de empleo y educación, la marginación social y la falta de acceso a servicios adecuados. Estas condiciones de privación pueden generar sentimientos de desesperanza y desesperación, y algunas personas pueden verse impulsadas a buscar medios alternativos para satisfacer sus necesidades básicas, lo que puede incluir actividades delictivas.

Por otro lado, la delincuencia implica la participación en actividades ilegales que violan las normas y leyes establecidas en una sociedad. Las causas de la delincuencia son multifactoriales y complejas, y pueden incluir factores individuales, sociales y estructurales. Sin embargo, la relación entre delincuencia y pobreza es significativa en muchos casos, ya que, la falta de oportunidades económicas, la desigualdad social y la exclusión pueden aumentar la probabilidad de que las personas recurran a la delincuencia como una forma de sobrevivir o mejorar su situación económica.

 "Por esta razón, el autor identifica dos tipos de infractores: los infractores por necesidad, para quienes “… el delito constituye un medio necesario para sobrevivir, una forma de complementar el ingreso proveniente de otras actividades económicas…” [y los infractores por motivación, quienes] “… ven en el delito una actividad económica que les permitirá superar su situación y alcanzar una movilidad social ascendente” (Calderón, 2006: 111). " (Castillo, A. 2011. pág. 117)

Es importante destacar que no todas las personas en situación de pobreza se involucran en actividades delictivas, y no todos los delincuentes son pobres. Sin embargo, existe una correlación estadística entre la pobreza y la participación en actividades delictivas en algunos contextos. La pobreza puede crear condiciones propicias para que la delincuencia prospere, pero también existen otros factores, como la falta de oportunidades educativas, la violencia en el entorno social y la falta de apoyo institucional, que pueden contribuir a la delincuencia.

 "Esta vulnerabilidad social se acrecenta con la pobreza y es el origen de un proceso de estigmatización utilizado por el Estado y por los medios de comunicación, para generalizar y reforzar los prejuicios y estereotipos atribuidos a las personas pobres, haciendo pensar a la sociedad en general que el problema de la delincuencia es la pobreza y no el modelo social imperante. En este sentido, se promueven ideas distorsionadas que hacen pensar a la ciudadanía que “ser joven, pertenecer a un determinado grupo social y vivir en un determinado espacio es equivalente a ser peligroso, drogadicto, marihuano o violento” (Cisneros, 2007: 256)." (Castillo, A. 2011. pág. 120)

Abordar tanto la delincuencia como la pobreza requiere un enfoque integral que aborde las causas subyacentes y las condiciones que perpetúan estas realidades, así mismo es fundamental abordar la desigualdad y la exclusión social. Esto implica políticas y programas que promuevan la igualdad de oportunidades, la inclusión social, la educación de calidad, la generación de empleo, el acceso a servicios básicos y la construcción de entornos seguros. 

https://youtu.be/Bzj65OphF3M

Violencia sociopolítica:

 La violencia sociopolítica es un término que se utiliza para describir la violencia que surge en el contexto de conflictos o tensiones sociales y políticas. Puede manifestarse de diversas formas, incluyendo protestas violentas, disturbios, enfrentamientos armados, represión estatal, terrorismo y guerra civil.

La violencia sociopolítica puede ser causada por una amplia gama de factores, como desigualdades sociales, discrepancias políticas, falta de acceso a recursos, discriminación étnica o religiosa, represión gubernamental y disputas territoriales, entre otros. Estos problemas pueden generar tensiones y conflictos que, en algunos casos, escalan hasta la violencia. Es importante destacar que la violencia sociopolítica tiene repercusiones significativas en las sociedades, ya que puede resultar en pérdida de vidas humanas, daños materiales, desplazamiento forzado de personas, violaciones de derechos humanos y divisiones sociales más profundas. Además, la violencia sociopolítica puede obstaculizar el desarrollo económico, socavar la estabilidad política y generar un clima de temor e inseguridad en una comunidad o país.

"El debilitamiento del sentido esencial de la política, como quehacer inacabablemente orientado hacia la edificación de una sociedad más justa y que por lo mismo compete a todos y a todas, bloquea la vocación de la ciudadanía en cuanto a asumir una ingerencia responsable en las decisiones sociales y en la implementación de las garantías que son indispensables para tal efecto."  (Campos, A.2023. pág.94)



https://youtu.be/2awP0nfPsto

Bibliografía:

Castillo, A. (2011). El rostro de violencia social y estructural. Revista de ciencias sociales N 133-134. UCR.

Campos, A. (2023). Violencia Social. San José. EUNED

                                                                                     

                                                                                                                               

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